Seguro que te has dado cuenta de que los escritores literarios emplean un lenguaje especial en sus obras, muy diferente del que tú utilizas en una redacción o en una conversación con tus amigos. Esto ocurre porque, al escribir, se sirven de los llamados recursos literarios o estilísticos: metáfora, personificación, hipérbaton... ¿Los conoces?
¿QUÉ SON LOS RECURSOS LITERARIOS?
Es lógico que los autores literarios utilicen el lenguaje de una manera especial, tanto en verso como en prosa, porque la literatura es una forma de expresión artística, y los escritores se valen de la palabra para crear belleza, de igual modo que, por ejemplo, un pintor utiliza el color y la imagen.
Al crear una obra, el autor intenta transmitir un mensaje determinado; pero, sobre todo, cuida muy especialmente la forma en que lo hace, procurando que su lenguaje sea expresivo, sugerente, emotivo... Para ello, emplea una serie de recursos, como repetir palabras o sonidos, eliminar otros, jugar con los significados, modificándolos, exagerándolos, etc., que consiguen diferenciar claramente el lenguaje literario del que usamos normalmente. Estos métodos son los que conocemos como recursos literarios o estilísticos, o también, como figuras retóricas.
Existen tres tipos principales de recursos literarios: los semánticos, los sonoros y los gramaticales. A continuación, conocerás algunas de las formas más características de cada grupo.
RECURSOS SEMÁNTICOS
Los recursos semánticos son los que afectan al significado que las palabras adquieren en el texto. Los más habituales son los siguientes:
El dormir es como un puente
que va del hoy al mañana.
Por debajo, como un sueño,
pasa el agua.
(Juan R. Jiménez)
una pastora de plata.
(Juan R. Jiménez)
Caído se le ha un clavel (Niño Jesús)
hoy a
Oh, siempre gloriosa, patria mía,
tanto por plumas cuanto por espadas...
[plumas por escritores; espadas por soldados]
(Luis de Góngora)
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata.
(Gerardo Diego)
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
(Francisco de Quevedo)
Fuego es el agua, el céfiro pesado,
sierpes las flores, arenal el prado.
(Lope de Vega)
Como sobran tan doctos españoles
a ninguno ofrecí la musa mía.
RECURSOS FÓNICOS O SONOROS
Los recursos fónicos se valen de los sonidos de las palabras para producir determinados efectos o sensaciones: ritmo, sosiego, ruidos concretos, etc. Los más utilizados suelen ser la aliteración y la onomatopeya.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero...
(Miguel Hernández)
Con el ala aleve del leve abanico.
(Rubén Darío)
Un no sé qué que quedan balbuciendo.
(San Juan de
RECURSOS GRAMATICALES
Los recursos gramaticales juegan con las palabras: añadiendo o suprimiendo algunas, repitiéndolas, cambiando su orden natural, etc. También afectan a ciertas estructuras. Los recursos gramaticales más conocidos son estos:
El río va corriendo,
entre sombrías huertas
y grises olivarles
por los alegres campos de Baeza.
(Antonio Machado)
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero...
(Fray Luis de León)
Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
(Rubén Darío)
Menos tu vientre
todo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
(Miguel Hernández)
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
(Gustavo A. Bécquer)
Paralelismo: consiste en repetir estructuras similares:
Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
(Gustavo A. Bécquer)
OTROS RECURSOS
Existen otras formas de plasmar o manejar el lenguaje literario que no se incluyen en ninguno de los grupos anteriores, pero que merece la pena que conozcas porque aportan originalidad y diversidad a la literatura, y a ti seguro que te resultan muy divertidas. Entre ellas, destacan las greguerías, los caligramas y los acrósticos.
Greguerías: afirmaciones ingeniosas y divertidas, escritas en prosa, que se basan en la trasgresión de la lógica establecida. Su creador y principal representante fue el escritor español Ramón Gómez de
El péndulo del reloj acuna las horas.
El león tiene en la punta de la cola la brocha de afeitar.
Aparecen días tan húmedos que hasta los tenedores sienten reuma.
Las románticas se tocaban un bucle como si hablasen por teléfono con ellas mismas.
Caligrama: poema cuyas palabras se colocan formando un dibujo que explica el contenido que se transmite en la poesía. Uno de los ejemplos más famosos es el poema titulado “La paloma apuñalada y el surtidor”, del poeta francés Apollinaire.
Leer es... soñar, recitar, actuar, buscar y encontrar;
Imaginar lugares lejanos y hasta allí viajar.
Borramos malos recuerdos cuando leemos;
Recordamos lo maravilloso, y soñamos con lo que vendrá.
Otros, los que no leen, se pierden todo lo que nosotros vemos.
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